Juguetes, juguetes y más juguetes. En la clase de hoy diseñamos juguetes pensando en las necesidades de distintos casos que fueron distribuidos por todos los grupos de curso. Si bien en un comienzo fue algo difícil ponernos de acuerdo para definir el juguete que haríamos con mi grupo, resulto ser un proceso de mucha creatividad y entretención. Nuestro juguete consistía en un tablero de cartón que tenía cuatro orificios por donde podían caer pelotitas de diferentes colores (azul, rojo, amarillo, verde y otras de múltiples colores). Además cada uno de los cuatro jugadores tenía en su mano un implemento para desplazar y capturar las pelotitas que se encuentran esparcidas por el tablero una vez que el juego ha iniciado. Este juguete nos trajo gran satisfacción ya que logramos entretenernos y disfrutar de nuestro trabajo, el cual nos había costado llevar a cabo por algunos desacuerdos y percances.
Ahora si, lo que más admiro del trabajo realizado fue la exigencia de creatividad.
A veces creemos que "lo creativo" es un proceso simple y algo banal, pero la verdad es que resulta ser todo un desafío para cualquier grupo. Tener que crear e inventar para cumplir objetivos, de cualquier índole, va a ser un desafío a nivel personal y grupal y donde se demostraran las habilidades sociales que cada integrante posee para llevar a cabo, en acuerdo común, lo que se intenta realizar. Lo principal es tener capacidad de escucha. Porque al escuchar el aporte de cada uno es como los demás podrán integrar para elaborar y/o modificar el asunto a tratar. Por lo mismo surgieron en este proceso muchos momentos donde nos sentíamos frustrados como equipo, y tan solo por no saber escucharnos. De esta manera es que he aprendido a mediar entre el deseo personal y el deseo grupal, tener que saber aportar y saber ceder. Y todo lo aprendí a través de un juguete...se veía al simple, pero como dicen por ahí, entre lo simple están las grandezas.
martes, 28 de mayo de 2013
lunes, 13 de mayo de 2013
Taller Tecnología Asistiva
Antes de ese día, al curso le llegó un mensaje por Facebook sobre algunos materiales bastante excéntricos, además de irreconocibles por la mayoría de nosotros. Eran materiales relacionados con la electrónica, por lo que muchos nos confundimos y nos extrañamos al tener que comprar estos materiales. Finalmente, el lunes en clases de tecnología asistiva con un profe invitado nos enteramos para qué eran los materiales. En lo personal, me interesé bastante en hacer una adaptación a un Mouse para facilitar la integración de una persona con trastornos motores. Los juegos causa-efecto son más comunes de lo que creemos y con esta visión es que podemos considerar un montón de oportunidades para hacer que un niño pueda divertirse a través de las adaptaciones que podemos realizar como terapeutas ocupacionales. Por ello es que disfrute mucho la clase, pensaba en la técnica que estaba adquiriendo y cuánto me ayudaría en mi futuro desempeño (y más me lograba interesar).
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhF-WN3i8QkWSYHLgneXc54hkOzuY6Ac2yeGp71CLCFLcszUuWNPA3UjN9IQi1Yl6z7_uM0hYBctHuOTXj-RpIMujhDQchdzCB39oGEQy0c8AJ5CJMamCYrtfRe72VLUGcuGdjUKxq-2U8/s200/Causa-y-efecto-Clima.jpg)
Recuerdo que la actividad comenzó con una clase introductoria que contenía toda la información de lo que se iba a realizar, con las indicaciones paso a paso y con mención de los materiales que debían estar presentes para la elaboración de la adaptación. Luego, cada uno debía de comenzar a utilizar los materiales: se cortaba, se soldaba, se unía, se destornillaba, se cerraba, se pensaba y se terminaba. La manera en que cada uno pudo comprobar que todo lo que se hizo tuvo éxito, era conectando el mouse con la adaptación a un computador. Este último paso resultó ser un momento gracioso o decepcionante, dependiendo de la persona, ya que, algunos gritaban de emoción porque su adaptación resultaba logrando los objetivos de la clase y otros en cambio, refunfuñaban porque su trabajo no dio frutos. Quedé conforme con la clase porque pude lograr hacer la adaptación, que con tanta dedicación realicé.
![](http://canavicomercial.com/ESW/Images/Mouse_Adaptado_2_.jpg)
Si tuviese que pensar más allá de la clase, diría que fue algo tremendamente novedoso, algo que jamás pensé que me lo podrían enseñar, y algo que está totalmente acorde a mis intereses por lo que me mantenía feliz haciéndolo. Fue como encontrarme con un lado "no visto". En las aulas siempre se habla de asuntos de salud y el abordaje hacia los usuarios dentro de contextos de actividades tanto lúdicas como de tratamientos con mayor enfoque, pero no había escuchado acerca de todos los implementos que hoy en día existen y que están al servicio de las personas para facilitar su participación en el medio que les rodea. Y me parece interesante conocer que los procedimientos de intervención también pueden incluir esta parte, ya que, va en completa relación a la satisfacción "actual" de las personas. Si bien un niño libre de discapacidad gusta de utilizar artefactos tecnológicos como el computador o el celular, también se puede esperar lo mismo de un niño con algún grado de discapacidad: tiene que ver con integrarse pero al mundo actual, tal y como funciona, con todos sus adelantos y novedades. Por lo tanto, mientras más nos actualicemos en estos avances tecnológicos, como parte de un equipo de intervención, más podemos lograr la integración si es que así lo requiere el usuario o la usuaria.
Por último digo: "La tecnología nos ayuda a crecer, nos da libertad para aprender, nos garantiza momentos provechosos...saber utilizarla e incorporarla es admirar y respetar a todas las mentes que hicieron sus esfuerzos por construirla, y por ninguna otra razón sino para el servicio del hombre (de todos nosotros)".
lunes, 6 de mayo de 2013
El movimiento es vital.
Recuerdo que en alguna clase nos dijeron que era prácticamente imposible, si es que se está vivo, dejar de moverse. El cuerpo mismo se mueve para conseguir cierta estabilidad, ya sea articular, muscular, de posicionamiento del cuerpo, etc. Pero lo que más me llama la atención es que si siempre nos movemos quiere decir que siempre tenemos un determinado ritmo y una prolongada frecuencia. Y más me llama la atención pensar en que esa vibración la puedo asemejar con la música. Sé que la música es mucho más compleja que la vibración que provocan los músculos para mantener la estabilidad, pero indudablemente nuestro cuerpo reacciona a la música como si siempre se hubiesen conocido, son extremadamente compatibles. Y una vez más, tuve la oportunidad de experimentar esta vital unión. En la clase de creatividad pasada (un martes cualquiera de Abril), el movimiento fue protagonista. Comenzamos con actividades que inducían a seguir un ritmo: bailamos al son de la música pero siguiendo a la coordinación que guiaba la profesora con unos zapatos, jugamos al "switch" y al "swatch", caminamos por donde sea, nos expresamos por medio de nuestras espaldas...y mantuvimos una armonía. Claro que este tipo de actividad logró su cometido: la relajación y la holgura de nuestro cuerpo al contacto con los demás. Percibí al grupo distendido, como si no hubiesen presiones en relación a nuestros horarios y estructuras, de alguna forma se rompieron momentáneamente esas pesadas cadenas. Y la actividad que provocó mayor heterogeneidad de emociones fue la que consistió en dividirse en 4 subgrupos los cuales tenían una temática distinta que tratar (algo así como un emblema al que debíamos atender): La libertad, El maquillaje, El movimiento y La entrega. Luego, tuvimos unos 20 minutos aproximadamente para elaborar un "sketch" que se relacionara a la temática. A mi grupo (10 personas) nos fue designado "El movimiento", y con gran temor y algo de vergüenza asumimos nuestra labor. Intentamos en soltarnos e interactuar entre nosotros para poder elaborar algo "decente" de ser presentado, así que utilizamos unas telas grandes de colores que nos ayudaron a superar nuestros tapujos y finalmente pudimos ponernos de acuerdo. Algunos de nosotros estábamos amarrados por una de las telas y nos dispusimos en círculo, mientras 3 de nuestros compañeros danzaban al ritmo de una música algo alegre y misteriosa. Y llegó el momento de presentar. Fuimos los primeros en exponernos, ya que, habíamos ensayado en la sala donde se harían los "espectáculos". Para nuestra sorpresa resultó una actividad bastante entusiasta, logramos reírnos de nosotros mismos y de la situación que tanto nos acomplejaba. De este modo logre entender que la música y el movimiento son aliados implacables, que si logra captar la voluntad de la persona puede desatar goce y placer. Luego, observamos las demás presentaciones, todas con dedicación y motivación lo que hizo que resultaran en un éxito colectivo, porque nadie se seguía quejando, nadie graznaba ira ni sufrimiento, sino todo lo contrario, estirábamos el cuerpo y manteníamos la tolerancia ante la actividad. Puedo decir, bajo mi percepción, que nos marchamos más contentos o quizás más "algo", pero positivo finalmente.
![](http://3.bp.blogspot.com/-M7Kab0JPN4c/ULVceW2-FPI/AAAAAAAABwE/V-HyJ71FEiQ/s400/movimiento_66.jpg)
¡mOVIMIENTo!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)